El proyecto comunitario Bello Barrio y el Comité de Viviendas Altos de San Roque invitan a una experiencia de Capacitación en Bioconstrucción durante todo el verano en Limache, donde el intercambio para aprender será su trabajo diario en el levantamiento de viviendas sociales Desde sus inicios en el Cerro San Roque, de Valparaíso, el comité de viviendas se ha planteado el propósito de lograr una vida digna, siguiendo parámetros de calidad de vida completamente alternativos a los presentados por el Estado. Sus lineamientos prácticos son el cultivo de la Tierra, a través de huertas orgánicas familiares, lombricultura, reciclaje, viviendas realizadas con bioconstrucción, aplicación de tecnologías apropiadas y utilización de energías alternativas.
Como relata Rodrigo Reyes, estudiante de Agricultura Ecológica del Instituto del Medio Ambiente -IDMA- “este proyecto se fundamenta en creer que es posible otro tipo de vida, con un sin fin de parámetros que nacen de la comunidad, y no son impuestos por un estado lejano; para nosotros, política es salir juntos de un problema". Para concretar este proyecto, se trabaja hace un tiempo con amigos de Alemania, quienes envían pasantes instruidos en distintas áreas de interés del comité para capacitar a sus integrantes. Así han llegado especialistas en agricultura orgánica y cooperativas de consumo.
En Limache se presentó la oportunidad de adquirir el terreno tan soñado. Hace aproximadamente un año que un grupo de colonos o "equipo de avanzada" se encuentra viviendo en el terreno. Ya está andando el lumbricario, sistema de descomposición de residuos orgánicos a través de la acción de lombrices que lo convierten en fertilizante natural, la compostera y el baño seco. Aprendizaje colectivo Para la construcción de las casas, el grupo ha recurrido al sistema de mingas de trabajo, según Rodrigo, "una fiesta en que aunamos esfuerzos con el aporte solidario de la comunidad social para el desarrollo de alguna labor de importancia vital para el grupo humano que la solicita, siendo estos eventos una mezcla entre largas jornadas de trabajo mancomunado y el disfrute de la comida y la buena conversación, la bebida y el buen humor, la música y el baile, además de la cromática de nuestras expresiones".
Comenzando en enero, la invitación es abierta a colaborar aprendiendo, “la gente que venga tendrá la capacitación y aprenderá todo el proceso desde los cimientos hasta la techumbre, si se quedan para evidenciar el proceso”, dice Rodrigo. La cooperativa está trabajando con la orientación del arquitecto Rodrigo Rogaler, quien junto a su hermano (también arquitecto), tienen un constructora de Bioconstrucción. Si no puede ir en enero, puede hacerlo durante todo febrero y también en marzo.
La invitación es a una experiencia de ‘aprender haciendo’, construyendo viviendas según los parámetros de la Bioconstrucción. Se compartirá el proceso de construcción de la primera unidad en sistema de cimientos de sacos, paredes de paja encofrada en pallets, piso de tierra y una planta de tratamiento de aguas con sistema Tohá. La capacitación corre por cuenta de gente especializada, y habrá trece familias que agradecerán el apoyo de quienes asistan. Además, “como no todo es trabajo –dice Rodrigo-, planeamos hacer por las noches un fogoncito, con música, vinito, conversación y documentales”.
Se solicita, a quienes asistan, llevar su carpa, alimento que puedan para compartir, ropa cómoda para trabajar, sombrero, bloqueador. Y, por supuesto, todas las ganas de aprender y compartir.
Contacto: rororeyes88@hotmail.com
El RORO REYES
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